Ha pasado casi un año desde que en marzo de 2020 el Gobierno Mexicano y en sí el mundo entero ordenara el confinamiento de su población a efecto de evitar el contagio y propagación del nuevo virus SARS-CoV-2 (COVID-19), ello trajo como consecuencia el cierre de oficinas, escuelas, centros comerciales, Tribunales de Justicia y cualquier otra actividad no esencial, mismas que como sabemos a la fecha continúan cerradas.
Lo anterior, trajo como consecuencia el aceleramiento casi obligatorio del uso de la firma electrónica principalmente en las empresas y Tribunales de Justicia con ello, el desarrollo de tecnologías y aplicaciones (DocuSign, Adobe Sign, LegaSign, etc.) que permiten la validez de los documentos que se firman a través de ellas.
Ya en un artículo anterior hablamos sobre los mitos y realidades de la firma electrónica y desde esa fecha al día de hoy ha aumentado considerablemente su uso, ya que la mayor parte de las empresas ya sea grandes o pequeñas, apuestan a la digitalización total de los documentos que diariamente utilizan ahorrando tiempo y costos.
Los sectores que más se están beneficiando de esta herramienta son los despachos jurídicos y de contabilidad, aseguradoras, el sector inmobiliario, los departamentos de Recursos Humanos, los clubs de fútbol quienes han implementado en su modelo de negocio el uso interno de la firma electrónica, convirtiéndose en una herramienta imprescindible mejorando incluso la comunicación entre empresas.
La firma electrónica simplifica los flujos de trabajo de documentos entre los departamentos de una empresa como finanzas, operaciones, recursos humanos y planificación.
Nos ha quedado claro que, sin duda alguna los hábitos en la población mundial a partir de la pandemia por COVID han cambiado acelerando cambios en la forma de comprar y consumir, en un estudio realizado por la revista Forbes México se señala que la población actualmente apuesta por consumir a empresas que prioricen el cuidado a la salud y el medio ambiente, por ejemplo la reducción de la utilización de papel en sus transacciones evitando de esta manera el contacto, por lo que la gente prefiere firmar digitalmente cualquier documento que de manera física.
En conclusión, la tendencia al cuidado del medio ambiente, cero contacto entre la gente, el crecimiento del teletrabajo y la escaza movilización entre la población ha acelerado el uso de la firma electrónica ocasionando que un gran número de empresas grandes y pequeñas la adopten. En Gloria Ponce de León & Hernández contamos con asesoría especializada en temas de implementación de firma electrónica para tu empresa y sus implicaciones, incluso contamos con herramientas tecnológicas a tu alcance para facilitar la firma de tus contratos y cualquier otro documento. Si tienes alguna duda acércate a nosotros y uno de nuestros especialistas, te bridará la asesoría que requieres.
Lic. Carolina Áviles
Gloria Ponce de León & Hernández